miércoles, 24 de junio de 2015

El "comienzo" de mi historia

Empezaré por decir que yo podría haber jurado que tenía a mi lado el único hombre en el mundo que parecía que no perteneciera a la tradicional expresión "todos los honbres son iguales". En mi tiempo de noviazgo, o al menos en esos primeros tres años de esa relación cuando la gente decía eso, yo simplemente pensaba para mis adentros: "oh por Dios, realmente soy afortunada" y claro, uno de pelota se lo decīa a él; le hacía saber que él era un hombre único en el mundo. Realmente él tenía cosas muy bellas, era detallista, respetuoso, educado, se preocupaba por mí, agradecido, buen hijo, parecía fiel,  etc.

Pareciera ser que me quiero hacer la víctima y no la culpable. Como pueden imaginarse, efectivamente en este momento ya no somos nada, para la claridad de algunos (as). No me gusta parecer víctima, de hecho no digo que lo soy porque pudo haber algo tal vez mío que hizo que todo lo bello de nuestra relación se volcara, el cambiara su forma de ser como novio y cambiara tambien su posición frente a los planes y proyectos que como pareja teníamos y finalmente yo tomara la angustiosa y rabiosa decisión de terminar.

Eso ha sido de lo más teso que me ha pasado en mis años como adolescente y como adulta; aún mucho más que el saber y recordar que de adolescente el chico que me gustaba nunca me correspondió. Me gustaría hacerles saber que mi terminada no fue algo tan horrible como imaginaba, he estado tan ocupada con mis estudios que decidí prestarle toda mi atención a eso que es bien importante para mí,  y bueno, no es que quiera decir que no me importó, de hecho lloré mucho cuando al tercer día de la decisión como que caí en cuenta de que era en serio, ahí me di cuenta que lo había perdido; luego les contaré que era lo que hacía que yo definitivamente pensara que "esto ya no va más". Estuve enferma además, tuve algo así como una especie de desorden nutricional no planeado, o sea, no era una anorexia, una bulimia, o cosas de esas, no. Había dejado de comer en ocasiones por estrés, por ansiedad, en ocasiones me sentía depresiva, no sé. Creo que realmente tenía que ver con los afanes de la vida universitaria.

Volviendo al tema, ha pasado exactamente un mes desde que terminamos y la gente que averigua por el chisme de " en serio? Terminaron? Cuándo? Una relación de cuatro años? No te creo" normalmente coincide en preguntar cómo me siento o en afirmar " uy me imagino cómo estas", o en cuestionarme "has llorado mucho? Y no te ha llamado? Ya le hablaste? Crees que vuelvan? " y un sin fin de preguntas y afirmaciones que a continuación daré respuesta:

-Si, en serio, parece increíble pero es real.
-Terminamos? Si, terminamos. Yo terminé.
-Hace x dīas dependiendo de la fecha que me preguntaran.
-Si, llevábamos todo ese tiempo pero tomé esa decisión.
-Si, estuve mal el primer día hasta el tercero o cuarto luego de...
-No he llorado tanto como yo misma me imaginaba o como la gente cree que estaría.
-No me ha llamado.
-Si, hemos hablado pero no trascendentalmente como para uno decir que vamos a volver.
-No creo que volvamos pero mi corazón desligado de la razón tiene la esperanza. La razón, mi razón, no quiere ni tiene tal esperanza.

De las anteriores respuestas hay una que para mí es muy interesante, porque tiene que ver con la experiencia de vida que realmente quiero compartir. Más adelante les hablaré de eso. Estará especialmente dedicada  a aquellas chicas que el hecho de terminar una relación las ha dejado destrozadas y mejor dicho creen que ahí termina su vida. Voy en mi medio de transporte masivo, mío no. Del municipio, de la ciudad, de todos, si. En fin, me duelen las manos de copiar.

Saludos a todos!

Saludo especial a aquella primera persona que me lea. También a aquella que de primeras, comente.

domingo, 21 de junio de 2015

¿Quién es JustDulceMaría?

¡Hola!

Pues bien, esta es mi primera entrada en este espacio que acabo de crear. Para ir al grano, este blog surge de la necesidad de querer expresar aquellas cosas que me sorprenden tanto, que no soy capaz de decírselas ni a mi mamá ni a mi mejor amiga, porque si para mi que soy aguantadora y tolerante me parecen wow, se que si las comento por ahí van a terminar haciendo que me sorprendan aún más y me generen aún más sentimientos sobre sentimientos.

Después de la carreta absurda que acabo de echar arriba, en el primer párrafo diré quién soy. Soy una mujer, tengo 22 años y mi nombre no es Dulce Maria. Si, es lo que algunos (as) de ustedes están pensando: no quiero revelar mi verdadera identidad, solo quiero expresar lo que siento y lo que pienso pero en serio me da "cosa" revelar cuál es mi verdadero nombre.

El seudónimo de "Dulce María", surge de que ese es el nombre que siempre he querido ponerle a una futura hija. Me parece muy lindo, además quién inicialmente lo tuvo fue una niña de una telenovela mexicana que no me perdía cuando era niña. Me encantaba la novela y la niña realmente era una Dulce María.

En cuanto a mi, revelaré además que soy estudiante, soy colombiana, vivo feliz y orgullosa de mi país Colombia; para quienes me lean y no sean de aquí les quiero decir que Colombia es una tierrita hermosa, la gente de acá es muy feliz. Como todos los países tenemos nuestros problemas y todo, y ya muchos sabrán por qué nos identifican en el resto del mundo. Pero a pesar de eso, qué belleza de tierra, qué gente tan cálida, que amor le tengo a esta esquinita de Suramérica.

Siguiendo, pues bien, soy estudiante universitaria. Estudio una carrera hermosa relacionada en gran medida con las ciencias naturales, es una ingeniería pero me parece que es un tanto diferente al resto de las demás, sin quitarle méritos a ninguna carrera, de hecho siento que las demás ingenierías y las otras carreras son muy tesas, son conocimiento y el conocimiento es sencillamente una cosa maravillosa. Yo vivo feliz de aprender cada día algo nuevo en mi carrera.

Bien, hasta ahora nada de lo que he escrito tiene que ver con esas cosas que no expreso oralmente, sin embargo pensé que las personas que lean todo esto,  a lo mejor querrán saber quién escribe todo esto. Soy una persona por decirlo así, del común. No soy famosa, soy de clase media, tengo metas, sueños y un proyecto de vida por ejecutar.

Ya en otra ENTRADA, les empezaré a hablar de lo que me sorprende o cosas así propias de la intención de este blog. Por ahora, este es un poco de quién es Dulce María.